Hace tiempo que perdí la esperanza de desarrollar, en Cantabria, una trayectoria profesional agradable en el campo de la informática. No es que no haya trabajo para los informáticos, simplemente que los puestos disponibles están lo suficientemente mal pagados como para que no compense elegir ese puesto con respecto a otro más ameno. Además, al ser empresas pequeñitas, las posibilidades de promoción son prácticamente inexistentes. En resumen, vas a ser el pringao informático hasta que te quemes.

Sirva esa introducción para que os imaginéis mi sorpresa al encontrarme este mensaje en el buzón de LinkedIn :

Como haría cualquiera en mi lugar, me dispongo a buscar información sobre la empresa. Lo que destaca en primer lugar son ofertas de trabajo que se repiten en el tiempo cada pocos meses : “Empresa en expansión nacional busca programador experto en PHP con experiencia demostrable. Conocimientos en Servidores y programación WordPress.”. Suena bien, y a fin de cuentas, se han puesto en contacto conmigo, así que es posible que puedan ofrecerme algo interesante. Les dejo mi número de teléfono y acordamos una cita.

La primera reunión es bastante amena, hora y media de charla con el dueño de la empresa, en la cual le enseño mis proyectos (no llevo CV, pero sí mi portátil) y él me informa sobre la empresa, sus actividades y me deja claro que es un comercial buenísimo capaz de venderle neveras a los esquimales. También me queda claro que allí trabajan unos cuantos familiares suyos, y todos dirigen algo. Acordamos vernos al día siguiente para que puedan estudiar qué oferta me hacen.

En este momento es cuando la parte de pringao que todos los informáticos llevamos dentro se hace fuerte, y a pesar de que algo te dice “vas a tener que trabajar para sacar 4 sueldos, más el tuyo, que va a ser el más pequeño”, decides que igual ese “el más pequeño” puede ser interesante. Aún así, recabo un poco más de información en Google, busco información sobre sus clientes, y pido informes en axesor y e-informa sobre las sociedades alrededor del clan.

En el segundo día de reunión me entero de que disponen de “3 programadores novatos”, y que quieren desarrollar una docena de tiendas online. Me hablan maravillas de una forma de venta online en la cual la mercancía no pasa por nuestras manos (sí, dropshipping de toda la vida), y que las quieren desarrollar en ASP porque “indexa mejor en Google”.

También me dejan claro que “instalar un wordpress o un prestashop lo hace cualquiera, sólo hay que darle a un botón”. Mi trabajo consistiría en “formar” a los 3 programadores (¿comorl?) y montar las tiendas, a cambio de lo cual me llevaría un 15% de la sociedad.

Venga, va, si tenéis 3 programadores, por muy novatos que sean (que serán gente de prácticas que no cobrarán un euro), y “un prestashop se monta dándole a un botón”, ¿para qué coño me necesitáis?. Es más, yo SÍ QUE SÉ montar todo ese sistema y hacerlo funcionar, ¿por qué os voy a regalar un 85%? ¿me habéis visto cara de esquimal compraneveras? Y por otra parte, toda la información que logré obtener deja bastante claro cómo funciona todo esto…

En fin, es evidente que esto sigue lleno de emprendesaurios caraduras que sólo saben subsistir a costa de aprovecharse de los demás, y me apena saber que seguirán intentándolo hasta que topen con un informático válido pero incauto al que le joderán un par de añitos de su carrera profesional. Y encima, acabarán con una red de tiendas online mal atendidas que harán que los compradores sigan desconfiando de internet.

Odio que este tipo de gente aprenda a mi costa, así que he evitado darles información válida, en la medida de lo posible, pero sí que me gustaría saltarme esta política para dejarles clara una cosa: ¿de verdad os pensáis que os podéis presentar a un informático freelance con varios lustros de experiencia como “comerciales” y pretender ganaros su confianza? somos enemigos naturales, idiota.